jueves, 1 de diciembre de 2011

Ya no lloro en el exterior.

Parece que fue ayer, cuando una parte de mi solía estar tan alto. Yo era tan fuerte, sus brazos me rodeaban apretando mi cuerpo, me sentía tan bien... Ahora no puedo respirar, no, no puedo dormir, apenas sigo con vida.
Aquí estoy, una vez más,hecha pedazos. No lo puedo negar, pensé que eras la opción correcta pero hoy hay lágrimas detrás de estos ojos color avellana, que jamás podrás volver a ver.
Llegaste sin permiso y te quedaste, me hiciste sentir bien, así por primera vez en mi vida.
Me culpo a mí misma, por haber aprendido a odiarte, pero también culpo a tu recuerdo, y aunque sea difícil, ya no lloro en el exterior.


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